Bomberos voluntarios al cuidado de las barriadas de la zona norte

“Cuando estaba en la primaria iba a una escuela que quedaba al lado del cuartel de Bomberos de la Policía y me llamaba la atención…, yo también quería ser bombero”, dice Oscar Gómez, de 18 años, egresado del Instituto de Educación Media de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). Su sueño se cumplió, desde hace dos años es bombero voluntario de la agrupación Campo Castañares, ubicada en el barrio homónimo.
Oscar actualmente es estudiante de la carrera de Biología de la UNSa. Es el hijo mayor de una familia compuesta por trabajadores, su papá es mozo en el sur del país y viven en barrio Castañares. Tiene dos hermanos menores de los cuales él, además, es el ejemplo. Su vida no es simple, comparte los quehaceres con su madre y sus hermanos y estudia, pero además tiene tiempo para la solidaridad y el compromiso con su comunidad.

¿Por qué te integraste al cuartel de Bomberos?
Porque me gusta trabajar para la comunidad. Nos preparamos de manera permanente en el cuidado de los civiles. Nos capacitamos en cómo actuar en incendios forestales, emergencias médicas (accidentes vehiculares, desmayos en la vía pública,etc), en rescates, inundaciones y todo tipo de siniestros en general pero, a veces nuestra falta de elementos no nos permite realizar ciertos trabajos.

¿Has tenido oportunidad de participar en algún siniestro?
Sí, varias veces, pero el año pasado cuando tuvimos ese viento norte muy fuerte estuvimos a full. Pasado el mediodía el viento se hacía cada vez más fuerte así que como estaba viendo que iba a haber problemas le dije a mi mamá que no iba a ir al colegio, que me iba al cuartel. En ese momento me llegó una alarma de la jefa María José Chávez, por caída de árboles y salí corriendo al cuartel. Ella había salido con personal de la comisaría mientras yo me cambiaba y alistaba el material llegó más personal y cuando la jefa volvió nos subimos a la camioneta de la comisaría y fuimos a Parque Belgrano porque un árbol cortaba el paso de los colectivos. Con hachas y machetes sacamos el árbol y dejamos la calle limpia para que pudieran circular. A medida que los compañeros salían de sus trabajos llegaban al cuartel para colaborar. Después de eso la comisaría nos alertó de un incendio forestal en el Pereyra Rosas así que fuimos a ayudar ahí. Ese fue uno de los incendios más grandes e importantes que tuvimos porque esa zona son cuadras y cuadras de combustible seco. Eran llamas que cruzaban la avenida Constitución así que mientras la comisaría cortaba la calle, el personal se encargaba de extinguir el fuego. Y apenas terminamos eso respondimos al llamado de otra comisaría de los barrios de más al fondo, por el tema de la voladura de chapas.

Fue un día dramático sobre todo para la zona norte…
Sí, cuando llegamos a los barrios del fondo nos encontramos con muchas casas que estaban sin techos, se les habían volado las chapas. Después había casas de madera que las tuvimos que volver a armar desde cero, porque se habían desarmado. Además, los vecinos nos avisaron que había varios afectados en una casa, una de las pocas que todavía tenía techo así que fuimos a atenderlos y nos encontramos que eran todas mujeres y niños. Ahí hicimos un trabajo de contención con ellos porque todos estaban muy asustados. La señoras mayores estaban con presión alta y los chiquitos estaban llorando.
Para conocer más sobre ellos pueden entrar a su facebook.
Los jefes a cargo son: Esteban Cirami y María José Chávez.

Fuente: El Tribuno

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