A pesar del dolor que puede causar la partida de un ser querido, el dolor puede ser el motor para impulsar a hacer cosas nuevas.
Ese es el caso de una joven salteña, de Noelia Córdoba, madre de un hermoso ángelito que desde hace un año abrió sus alas para unirse a los ángeles del cielo.
Noelia fue una guerrera ejemplar porque acompañó en todo tiempo a su bebé y pese a haber sentido su partida, ella nunca bajó los brazos.
A pesar de la ausencia que puede dejar la partida de un hijo, Noelia decidió ingresar a una organización social para simplemente “ayudar”.
Hoy hace exactamente un año, Noelia es una salteña que suma nuevas alegrías y resta tristezas.
Por ello los amigos, voluntarios y familiares quieren honrarla públicamente a la guerrera que deja su huellas de amor.
Elena Cataldi en presidente de la Fundación Equinoterapia del Azul, dijo: “Noelia es un verdadero ejemplo de amor. Llegó a la Fundación con una gran sonrisa y es una voluntaria con mucha entrega que extiende la mano a quien más lo necesita. Admiramos su fuerza y valor”.
Para Noelia que ayuda, transforma y brilla a donde va!
Nuestra admiración por tu amor con los demás.