Odebrecht y una estrecha relación con las organizaciones sociales

Odebrecht es una constructora brasilera de grandes obras de infraestructura que trabaja en nuestro país. La empresa tiene una amplia visión sobre la responsabilidad social y, parte de las acciones que realizan, se llevan adelante mediante una estrecha vinculación con las organizaciones sociales.

Con su trabajo demuestran que una de las mejores herramientas para implementar la responsabilidad social hacia la comunidad está en generar lazos con las ong’s que trabajan en el lugar donde la empresa se desarrolla.

Lucas Utrera es el Coordinador de RSE de Odebrecht Argentina. En diálogo exclusivo con Comunidad RSE explicó que en cada territorio donde la empresa opera se hace un relevamiento de las comunidades, con el objetivo de conocer sus problemáticas y realidades sociales: “En función de eso tenemos lineamientos de desarrollo productivo, formación en oficios y aprovechamiento de residuos y restos de obra entre las principales acciones que realizamos”.

Así es que la empresa, por ejemplo, hizo lazos con la fundación Mediapila que promueve la inclusión laboral de personas de bajos recursos, con capacitaciones en oficios textiles. A lo largo del 2015, fueron 50 las mujeres en situación de vulnerabilidad que realizaron un taller de costura y tejido. En su mayoría, las estudiantes son residentes de la Villa 1-11-14 y Villa Lugano, Buenos Aires. Se capacitaron en costura industrial y en conocimientos básicos de moldería, serigrafía y diseño de indumentaria; asimismo se realizó un taller específico de tejido artesanal.

“En este caso puntual lo que quisimos hacer fue combinar un aspecto ambiental, utilizando la ropa de obra, usada, que iba a la basura. Esa ropa era reconvertida por mujeres de bajos recursos en objetos como bolsos, cartucheras, portaherramientas. A su vez, nosotros compramos esos objetos y los utilizamos en la empresa”, explicó Utrera.
“En el marco de los programas sociales mejoramos también los talleres de la fundación con equipamiento y capacitación. Así, generamos mayor renta para las mujeres y además, en nuestro caso evitamos tirar a la basura toneladas de ropa”, afirmó.

Utrera explicó que lo de la fundación Mediapila es un ejemplo puntual de varias alianzas que Odebrecht tiene con distintas entidades en torno a reaprovechar “lo que para nosotros es basura, evitar que vaya a un basural y generar un círculo virtuoso de reaprovechamiento con las organizaciones”.

Odebrecht es una empresa que, según explicó Lucas, trabaja en contextos muy complejos e inevitablemente genera expectativas en las comunidades. “Por eso es histórico el relacionamiento con comunidades, vamos formando alianzas y de esa manera ganamos todos”.

Entre los beneficios que la empresa encuentra en centrar sus estrategias en la relación con la comunidad, Lucas Utrera destaca que eso les permite resolver de manera tranquilas las obras que ejecutan. “Tenemos relaciones con gobierno, sociedad civil, ciudadanos y según los impactos de las obras buscamos escuchar y dialogar con distintos actores sociales interesados y poder trabajar tranquilos en armonía con las comunidades”.

Asimismo, Lucas explicó que estas acciones tienen un fuerte impacto interno entre los integrantes de la organización, que valoran esta mirada distinta que los involucra de alguna manera “y todo eso contribuye con el reconocimiento e imagen de Odebrecht”.

Junto a Ingeniería sin Fronteras

Odebrecht también está vinculada a la ONG Ingeniería Sin Fronteras que realiza obras de ingeniería de pequeña escala, en comunidades vulnerables. “Ahora están pensando en proyectos para Salta y Jujuy, involucrando a las comunidades, entendiendo las problemáticas de los territorios y ofrecer soluciones, por ejemplo, puentes que saquen del aislamiento a comunidades, refacciones en un jardín maternal y ese tipo de acciones”.

Las tareas las hacen involucrando a profesionales, no solamente de ingeniería, sino también de otras carreras, abordando de manera territorial problemáticas sociales. “Nosotros los acompañamos en algunos proyectos aportando nuestro conocimiento y recursos en torno a proyectos que tiene la ONG”.

Lucas remarcó: “No hemos hecho todavía acciones en el norte, pero ojala que podamos tener en algún momento”.

Finalmente, basándose en su último libro acerca de los mitos de la RSE, Lucas Utrera relató que un aspecto muy crítico es la tendencia a apoyar una ONG “porque el director general es amigo de esta organización y eso ocurre mucho en las empresas, donde el apoyo a la comunidad pasa por una cuestión de afinidad o de conocer a una persona y muchas veces son acciones sin impacto, que no trasciende. Estas son cosas que tienen mucho de emocional pero hay que pensarlas más profesionalmente”, concluyó.

Fuente: Comunidad RSE

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